LA TELE QUE NOS MARCÓ: TWIN PEAKS

Corrían los primeros años de la década de los 90 cuando una recién estrenada cadena, llamada Telecinco, convertida, con el tiempo, en la reina de la telebasura y el amarillismo, algo que copió su rival Antena 3, con exiguos resultados, emitió una extraña e inquietante serie que, contra todo pronóstico, enganchó a miles de espectadores a la pequeña pantalla, preguntándose quien c... mató a Laura Palmer.

Se trataba de una serie dirigida por el genial realizador David Lynch, que por aquel entonces ya había dirigido obras maestras del celuloide como El Hombre Elefante, Terciopelo Azul o la minusvalorada Dune.

La serie estaba producida por el rey midas de la televisión norteamericana, el irregular Aaron Spelling, creador de otra serie que triunfaba en esa misma cadena y en la misma época, hablo, por supuesto de Beverly Hills 90210, más conocida por estos lares como Sensación De Vivir y Lynch fue el director, ayudado por Mark Frost.

La serie transcurría en un pueblo imaginario llamado Twin Peaks, situado en medio de una zona montañosa, dentro del estado de Washington, cuya principal fuente de ingresos es el turismo rural y la industria maderera, encarnados por un suntuoso hotel y una gran serrería, respectivamente.

La tranquilidad del pueblo se rompe cuando encuentran el cadáver de una de las personas más queridas del pueblo, Laura Palmer, encarnada por la actriz Sheryl Lee, con signos de haber sido violentamente asesinada. Harry S Truman, el sheriff del pueblo, encarnado por Michael Ontkean, se encargará de la investigación, hasta la llegada de Dale Cooper, misterioso agente del FBI, que llevará la voz de cantante del caso, a partir de su llegada al pueblo. Lo curioso de este personaje, genialmente interpretado por Kyle MacLachlan, actor fetiche de Lynch.

El misterio parece rodear la muerte de Laura Palmer, mostrando una persona diferente a la que todos conocían, implicada en oscuros asuntos de droga, sexo, prostitución e incluso esoterismo. Pero eso solo es el principio, ya que la investigación irá revelando los oscuros secretos de todos y cada uno de los habitantes del, aparentemente, tranquilo pueblo, incluida la propia familia Palmer.

A esto se une el halo oscuro que rodea al propio Agente Cooper, que tiene extraños e inquietantes sueños premonitorios, y que intenta huir de un terrible secreto de su pasado, que tiene que ver con la muerte de su mujer. Lo que desconoce es que ese secreto se dará de bruces con él y la única solución será enfrentarse a sus temores.

La serie, que constaba de 30 capítulos, contando el largo episodio piloto, consiguió enganchar a todo tipo de audiencias desde el principio, llevando el argumento por terrenos farragosos y complicando las situaciones hasta límites insospechados, llegando a la paranoia total en la segunda temporada de la serie, con uno de los finales más extraños y desconcertantes de la historia de la TV.

En el reparto aparecían famosos nombres como Ray Wise, Heather Graham, Piper Laurie, Laura Flynn Boyle, Miguel Ferrer, e incluso el propio Lynch se reservó un papel para él. Como curiosidad, destacar la presencia de David Duchovny (más conocido por encarnar al agente Mudler en X Files), en un par de episodios, encarnando a un agente del FBI transexual.

No quiero contar más detalles acerca del argumento, ya que me gustaría que la gente rescatara esta maravillosa serie, los que ya la conocen recordaran los enormes momentos de tensión, e incluso terror, que nos hacían pasar todos y cada uno de los episodios.

Un año después de la emisión de la serie, Lynch realizó una película sobre los últimos días de Laura Palmer, y su investigación con otro crimen paralelo. La película, llamada Twin Peaks: Fuego Camina Conmigo, incluía algunos de los personajes principales, como el agente Cooper, la familia Palmer o el cuerpo de policía del pueblo, entre otros, pero también aparecían nuevos roles, encarnados por caras tan famosas como Kiefer Sutherland (el mismo que ahora encarna a Jack Bauer en la serie 24), Chris Isaak, Harry Dean Stanton o el mismísimo David Bowie.

Una de las más famosas reseñas de la serie es su banda sonora, creada por el compositor Angelo Badalamenti, y en algunos momentos, dicho score era acompañado por la delicada voz de la cantante Julee Cruise, que también aparecía en la serie. Aparte de la pieza principal, es decir la de la sintonía de la serie, es famoso el cover Laura Palmer‘s Theme, del que Moby, se inspiró, descaradamente, para fabricar su archiconocido Go.

La verdad es que esta serie lleva la enseña lynchniana por todas partes, su atmosfera desasosegante, sus estrambóticos personajes de comportamiento no menos extraño y sobre todo ese aire onírico y surrealista que rodea todas las producciones del genial director canadiense, lástima que la haya pifiado este año con esa ida de olla llamada Inland Empire.