HAIRSPRAY: REVISITANDO LA OBRA DE WATERS

El pasado viernes, se estrenó en los cines de toda España el musical Hairspray, dirigido por el coreógrafo Adam Shankman y que está basado en la obra original del irreverente John Waters, director también de la polémica Pink Flamingos o la genial Los Asesinatos de Mamá.

En la obra original, la película estaba interpretada por la obesa drag queen, Divine, conocida por interpretar esa obra maestra del high energy llamada Native Love, producida por Bobby Orlando, y que fue colaboradora habitual en los primeros filmes de Waters, con el que, según dicen, mantuvo un idilio. En la versión actual el papel que antaño interpretaba Divine, es para un transformado John Travolta, que vuelve al musical tras convertirse en un icono de ese género gracias a filmes como Fiebre del Sabado Noche y Grease.

La verdad es que la cantidad de iconos ochenteros que aparecían en la versión original era impresionante, de esta forma, el entonces marido de Cher, Sonny Bono, hacia el papel de marido de Divine y padre de la protagonista, papel que en la versión actual es interpretado por el gran Christopher Walken (El Cazador, Angeles Y Demonios, Pulp Fiction), Debbie Harris, la cantante de la formación Blondie, hacia el papel de mala de la película, que ahora es interpretada por la guapísima Michelle Pfeiffer (Lady Halcon, Las Amistades Peligrosas, Batman Vuelve) y tenía un papel especial otro icono ochentero como era Pia Zadora. En la versión actual también destaca la presencia de Queen Latifah.

La película gira en torno a una joven de gran corazón, gran peinado y gran tamaño que sueña con bailar en el programa de moda de la época, y, aunque su gordura le supone un obstáculo para conseguir su sueño, la joven, interpretada entonces por Ruth Brown y ahora por Nikki Blonski, luchará contra todo su empeño en lograr su objetivo.

La película es una oda a la tolerancia, un alegato en contra de la discriminación hacia las personas menos agraciadas físicamente y también, contra la segregación racial.

También destaca en este filme su colorida estética, con la que pretende exagerar los tiempos del twist y los grandes peinados, estos últimos llevados hasta su máximo extremo.

Una película altamente recomendable para los amantes del buen musical.