LA NOCHE MAS QUIMICA

Como lo prometido es deuda, llegó el momento de destripar el esperadísimo nuevo disco de Ed Simons y Tom Rowlands, más conocidos como The Chemical Brothers, y que han vuelto a contar con la multinacional Virgin para regalarnos We Are The Night, su sexto trabajo de estudio hasta la fecha tras Push The Button, aunque sigue sin llegar a la altura de Exit Planet Dust, Dig Your Own Hole o, incluso, del infravalorado Surrender.

Con este disco se retiran definitivamente de la onda big beat, de la que eran los reyes absolutos para introducirse en los terrenos del dance pop más infeccioso y la electrónica mas psicodélica.

En un post anterior ya mencioné el tracklist completo de esta obra, así como el análisis del que ha sido el primer single extraído de la misma, Do It Again, un genial corte con toques electro y house, y con vocales al más puro estilo Justin Timberlake, en el que colabora el músico anglo-hindú Ali Love, pero ahora ha llegado el momento de hablar del resto de los temas.

El aire Manchester se respira por todos y cada uno de los poros del disco, denotando las constantes influencias que han ido marcado a este dúo, desde sus experiencias en las cabinas del Heaven Social Club, aunque, eso sí, sin abandonar en ningún momento la marca Chemical que tanto les caracteriza, como se puede comprobar en temas como el que da título al álbum, lleno de vocoders y destellos futuristas, o en el techno pop de Das Spliegel, tracks que nos llevan a pensar en New Order o, incluso, en el pop infeccioso de All Rights Reversed, con la ilustre colaboración de Klaxons y que nos recuerda a los mejores Happy Mondays.

El tema, o más bien el interludio, que da el pistoletazo de salida es No Path To Follow, que no es sino un avance del tema que ocupa el decimo lugar del álbum, un tema llamado Battle Scars, con el que han facturado una canción pop con tintes folk al servicio de la voz del cantautor norteamericano Willy Mason.

También le dan rienda suelta a su vena gamberra en temas como Saturate, tema donde el house electrónico alterna con breaks poderosos o en el pistero Burst Generator, que nos hace retroceder a la era techno rave.

Sorprenden con el extraño The Salmon Dance, una especie de tema de hip hop experimental, acompañado por los vocales de Fatlip, y también homenajean al p funk clintoniano en A Modern Midnight Conversation.

Para finalizar, los hermanos químicos nos regalan los dos temas más introspectivos del disco, el breve y psicodélico corte bautizado como Harpoons y el no menos psicodélico pop de The Pills Won't Help You Now, con la colaboración de Midlake.

Como curiosidad hay que destacar que el disco fue grabado en el más absoluto secreto, en el interior de un bunker, al Sur de Londres.

Como se puede comprobar, los hermanos químicos han vuelto con ganas y fuerza, aunque mucho nos tememos que ya no volverán a ser lo que eran.