GUY GERBER: MUSICA PSICOSOMATICA

Uno de los niños mimados de Cocoon, el israelí Guy Gerber, ha publicado un nuevo trabajo, aunque esta vez en formato largo, y lo ha hecho en el sello del káiser, como no podía ser de otra manera.

La verdad es que se nota desde el principio que este chico empezó sus andaduras en el mundo del sonido trance, y eso es algo que se nota en la mayor parte de los tracks que componen Late Bloomers, que es como se titula esta obra.

Ya en el tema que da el pistoletazo de salida, The State Of Change, podemos notar esa marca psicodélica y cosmica, propia de los inicios de Vath, cuando este aún comandaba la cabina de The Omen y estaba al frente de su sello Eye Q , y que sabe al buen trance que se hacía a principios de los 90, que tanto nos recuerda al sonido de gente como Vernon, Jam & Spoon, Talla 2 XLC o, incluso, a un primerizo Paul Van Dyk. Lo mismo podría decirse del tema que bautiza el disco, Late Bloomers, una autentica delicia cyberdelica con inspirados toques de goa trance.

Pero Gerber también sabe introducirse con pericia en otros terrenos, algunos más cercanos al house, a través de temas como Are U Naked, autentico techno house con cierto aroma a la vieja escuela de Chicago, o en Unfulfilled, al que imprime un toque de cosmic funk, y en otros mas electrónicos, como en Seagull, el tema mas technero de todo el disco y posible hit en el dancefloor, en Moody Samba, un tema embutido de sonido mínimal con tintes étnicos o en el acido 2 Birds One Stoned.

También hay que destacar el downtempo del paisajistico Persona Non Grata, un corte repleto de dub infeccioso y efectos escalofriantes y la introspección en los dos últimos temas del disco, Planetarium, confeccionado al más puro estilo de The Orb, o en Last Frecuency , un track que se mueve entre el ambient y el trance, pero que recuerda, por momentos a un score moroderniano.

No podían faltar, en este trabajo, su dosis de temas ya conocidos por el público, y estos están magistralmente representados por dos de los más famosos tracks de Gerber: por un lado, el psicotrónico Belly Dancing, que alude a la cyberdelia de gente como The Grid o The Shamen, y, por otro, el megahit Sea Of Sand, presente en las maletas de todo buen DJ que se precie.

El acolito de Vath ha facturado un buen disco, donde la música para la mente, se combina a la perfección con los sonidos mas destinados a no dejar de mover el cuerpo en las pistas de baile mas selectas.