MATTHEW DEAR POPSTAR
Sin lugar a dudas, estos son buenos tiempos para el DJ y productor Matthew Dear. Tras triunfar el año pasado con su alias Audion, proyecto del que salió el que fue, sin dudas, el tema del 2007, el archiconocido Mouth To Mouth y sorprender, vía M_nus, con False, su alter ego techno minimalero, este año factura uno de los candidatos a convertirse en disco el año: el melódico Asa Breed.
En este disco, publicado, como no podía ser de otro modo, en el sello Ghostly International, Dear ha decidido dar rienda suelta a su vena más pop y a sus inquietudes más alejadas de la pista de baile, dejando el techno rompepistas para su alias Audion, nombre bajo el que sacó Suckfish su último largo hasta la fecha, a través de Spectral, subdivisión de Ghostly.
Con esta nueva obra, pretende romper la línea que venía siguiendo hasta ahora, para demostrarnos que no solo de electrónica pistera vive el hombre y que su amor por el pop es enorme, toda una declaración de intenciones, como no se veía, o mejor dicho, se oía, desde Dog Days.
Las guitarras y la voz de Matthew tienen un protagonismo esencial a lo largo y ancho del disco, un disco donde el norteamericano se explaya totalmente, contándonos sus más profundas emociones de manera cruda y real.
Dear no esconde la atracción que siente por el glam rock de Roxy Music y, sobre todo, David Bowie, en temas como Deserter, Shy o Don And Sherri. Incluso hay momentos en los que parece que Matthew intenta imitar al Camaleón con su voz profunda y sus opresivas atmosferas.
Pero también deja caer influencias del sonido neoyorquino de Talking Heads, en temas como en el étnico Elementary Love, el divertido Pom Pom o el funkoide Fleece On Brain. También se decanta por el funky, pero en una onda más cercana a Prince, en Good To Be Alive, pasando el sonido del de Minneapolis por un tamiz más electrónico.
Pero la mayor sorpresa llega al final del disco, con Give Me More, Midnight Lovers y Vine To Vine, temas acústicos, en casi su totalidad, en los que los secuenciadores se retiran para dar paso a las cuerdas de la guitarra, en una suerte de homenaje a la América profunda.
El único tema que nos recuerda que este es un disco de Matthew Dear, es Neighborhoods, tema que tiende hacia el microhouse de Villalobos o Isolee, pero sin dejar de lado el toque pop que caracteriza el resto del disco.
En definitiva un disco más que recomendable y que gustará tanto a los amantes de la buena electrónica como a los seguidores del pop de calidad.
2 comentarios
ANIMAL -
el otro dia en cd drom lo escuche por encima, tu sabes que cuando vas buscando musica pistera pues no le prestas mucha atencion a ese rollo....
habia leido la critica de la go y la verda es que la primera impresion que me lleve del album fue mala...
es casi como pop-ranchera..musica la última que odio hasta en lo mas profundo de mi...
y weno me lleve una gran decepcion...pero weno hare un esfuerzo y lo escuchare de nuevo, porue si tu lo dices deberá ser bueno...
pd:tenia prisa lo siento por la ortografia descuidada..
un abraco (just a man)
Swayzak -